La fresadora es una de las herramientas más útiles no solo del carpintero profesional sino también del manitas.  Antiguamente las ranuras para ensamblar dos piezas de madera, las acanaladuras y molduras decorativas de los listones, las cajas para encastrar cerraduras o bisagras se hacían a mano, utilizando distintos tipos de cepillos, formones y gubias. Las fresadoras eléctricas cumplen esta misma función con un esfuerzo mínimo y, acoplando la fresa apropiada, pueden realizar infinidad de tareas en el ámbito de la carpintería.

Si  ya se ha rebasado el listón del buen bricoman y es hora de embarcarse en trabajos de mayor envergadura, quizá sea el momento de plantearse ad quirir una de estas herra­mientas que, aunque son algo más caras que otras, merecen la pena.


Partes de la fresadora

Cuerpo de la máquina. Su robusta carcasa protege el motor. La mayoría de las marcas opta por una forma cilíndrica ancha.
Rejilla de ventilación.  Imprescindible para evitar recalentamientos del motor debido a las altas velocidades a las que funciona la herramienta. Esta parte no debe obstruirse nunca.

Selector de velocidad. Se encuentra en la parte posterior de la máquina. Permite seleccionar la velocidad de trabajo de la fresadora.

Pomos para sujetar y guiar las fresadoras. Se encuentran a ambos lados de la máquina. Sirven para sujetar, subir y bajar la máquina en función de la altura deseada, así como pare empujarla mientras se sigue una línea de corte.

Control de la profundidad del fresado. Con esta regla se puede establecer la profundidad a la que se quiere fresar.

Corte calado. También se puede calar directa­mente con la sierra, sin perforar previamente. Debe apoyarse la parte delantera de la base e ir acercando la hoja (inclinando hacia atrás la herramienta) hasta que la sierra quede en posi­ción vertical. Luego hay que introducir la fresa en el material, la cual determinará la profundi­dad del corte. Se bloquea con la palanca situada justo debajo.

Bloqueo del eje del husillo. Evita que el husi­llo, la pinza y la fresa se muevan, y permite una fijación firme cuando se cambia de acce­sorio.

Guía lateral. Puede colocarse a derecha o a izquierda de la fresadora vertical, según resulte más cómodo para cada trabajo. A la hora de hacer un fresado, sirve para tomar como referencia el late­ral de la pieza que se trabaja.

Tuerca para fijar las varillas de la guía lateral. Evita que la guía lateral se mueva y, por tanto, que se pierda el punto de referencia a la hora de realizar el corte.

Husillo y pinza. En esta parte se introduce la fresa y se bloquea mediante el botón correspondiente, tras haber apretado muy bien la tuerca.

Fresas y sus tipos de acabado

Fresa de corte recto.  Permite realizar ranuras y cajeados de sección a escuadra. Puede tener un filo en uno o ambos lados.

Fresa de rebaje. Permite rebajar en ángulo recto una parte del canto de un tablero.

Fresa ranurar en V. Se utiliza para rotular sobre el tablero.

Fresa para moldurar.  De radio convexo. Con ella se consiguen molduras perfectas. Existen en distintas formas.

Fresa de acanalar. Se utiliza para hacer ranu­ras estrechas cuyo fondo sea semicircular.

Fresa para enrasar. Una punta giratoria hace que no queden rebabas al hacer un rebaje en el canto de un material laminado o plástico.

Fresa de media caña. Las ranuras tienen el fondo semicircular,  pero más ancho que la fresa de acanalar.

Fresa para cuarto de círculo. Se utiliza para conseguir rebajes de cuarto círculo o cuarto bocel.

Fresa para cola de milano. Se utiliza para realizar los ensambles de cola de milano, usados en montaje de cajones y marcos.

Fresa para molduras. Además de cuarto de bocel, permite realizar rebajes lisos en ambos cantos de la moldura.

Fresa de radio convexo. Fresa para ranurar en forma de radio de medio punto.

Fresa para bisel. Realiza cortes en bisel de 45°. Según el ajuste de la profundidad, puede realizar el  cortes de distintos tamaños.

Con esta variedad de fresas, resulta interesante saber cómo cambiarlas. Se coloca la fresa y se Sujeta la tuerca con la pinza en su interior. se introduce el vástago de la fresa en la pinza . Se colocan la fresa, la pinza y la tuerca sobre el husillo. A continuación se aprieta la tuerca con la llave fija mientras se aprieta el botón de fijación del husillo.

Las fresas se sitúan en el husillo de la máquina. Generalmente, éste debe bloquearse con una llave que la fresadora lleva incorporada. No todas las fresas son iguales. Además de tener distintas formas, para distintos tipos de traba­jo, el material de que están hechas dará como resultado un trabajo más o menos profesional. Recomendamos usar siempre uno de estos dos tipos: Las HSS, con cortes de acero rápido y las TCT, que llevan puntas y cortes de carburo de tungsteno.

Con este manual cualquier manitas puede preparar su fresadora para trabajar como un carpintero profesional.