Diariamente en los trabajos de bricolaje usamos tornillos, clavos, ganchos y alcayatas. Les facilitamos un repaso de las formas para ayudar en la elección adecuada.

 Tipos de clavos para el bricolaje

Los clavos y puntas son generalmente de hierro, acero, acero dulce, latón a veces, para los trabajos profesionales como en el bricolaje, también en el exterior o en lugares húmedos. Los encontramos en varias formas. Hay que elegirlos en función de su utilización:

Clavos con cabezas planas para clavados sólidos, clavos de cabezas visibles.

Clavos sin cabeza, denominadas puntas de Paris para clavados invisibles (en decoración).

Clavos de cabeza redonda para fijar pequeños herrajes delgados, pequeñas charnelas o ganchos.

Clavos pequeños especiales denominados tachuelas para trabajos de tapicería.

Clavos de acero para clavar en materiales de obra como hormigón.

Los clavos, puntas y tachuelas se compran a peso o en paquete, indicando la forma de la cabeza, la longitud y, eventualmente, el metal deseado.

Ejemplo: clavo de cabeza plana, de 50 mm, de latón.

Los tornillos para carpintería

Los tornillos son generalmente de hierro, acero dulce (cromados o no) o latón. Se distinguen por la forma de su cabeza. Hay que elegirlos también en función de su utilización:

Tornillo de cabeza plana

recomendado en los casos en que el tornillo deba quedar a nivel de la pieza y ser disimulado después.

Tornillo de gota de sebo

reservado para la decoración; la cabeza es aparente

Tornillo de cabeza redonda

utilizado para todos los ensamblados y particularmente para los que consisten en reunir paneles delgados en chasis gruesos. La cabeza es visible y en relieve. Los tornillos se compran por caja (de 100 a 200) o por unidad. Indicando la utilización, forma de la cabeza, diámetro y longitud.

No olvide que la solidez de un ensamblado depende de la longitud del tornillo y no de su diámetro.

Para un trabajo esmerado y acabado disimule las cabezas de tornillos con pequeñas caperuzas de metal de distintas formas. Existen también de plástico y se emplean en este caso en los ambientes húmedos.

Los ganchos y alcayatas

Son generalmen­te de hierro, acero dulce (cromados o no) o latón. Se eligen igualmente en función de su utilización. Se compran por caja o unidad, indicando la utilización, el diámetro y la lon­gitud.

Ciertos ganchos y alcayatas tienen la “cabe­za” recubierta de plástico. Se utilizan en caso de humedad e incluso cuando deban estar directamente en contacto con objetos moja­dos.

Las alcayatas se presentan como un tornillo para madera, cuya cabeza forma un círculo (armella), un círculo incompleto (gancho) o bien un ángulo (escarpia).

Las armellas expandidas permiten colgar objetos pesados (tales como arañas) en los techos o paredes de yeso u hormigón.

Las armellas de báscula se utilizan para la fijación de objetos pesados. Se elegirán en el caso de paredes frágiles, como paredes de ladrillo hueco.

Hay unas abrazaderas que se presentan como armellas de anclaje. Su cabeza está equipada con una abrazadera de dos partes. Sirven para fijar tubos a lo largo de las pare­des.

Las abrazaderas de cola de gusanillo tienen la misma utilización que las anteriores; sólo difiere su fabricación. Su cabeza está equipa­da con una abrazadera desmontable. Des­pués de la fijación del conjunto es posible destornillar la cabeza sin tener que retirar el tornillo de la pared.

Los ganchos X se eligen como los clavos, armellas o tornillos, en función del peso del objeto a fijar. Se venden siempre con sus puntas especiales de acero templado.

Este pequeño diccionario de los clavos, tornillos y ganchos nos ayuda a su elección en los trabajos de bricolaje en su hogar.